
Un caza alemán Junkers Ju 87, conocido como Stuka, se estrelló cerca de la isla de Žirje (Croacia) durante la Segunda Guerra Mundial y acabó en el fondo del mar. El avión de combate se encontraba equipado con una sirena especial (llamada “Trompeta de Jericó”) que producía un gran aullido que buscaba inducir terror psicológico.